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El Buen Chocolate

Cuando nos referimos al buen chocolate, estamos hablando de determinadas líneas generales que enunciaremos a continuación:

Granos de alta calidad y otros ingredientes, tratados con cuidado.
Métodos de producción destinados a extraer el mejor sabor del grano.
Un nivel razonable de contenido en cacao, de modo que éste no quede inundado en un mar de azúcar u otros edulcorantes.


El arte del chocolatero

Al elaborar una tableta, el chocolatero debe intuir qué mezclas combinarán mejor, seleccionará las coberturas que empleará y calculará las proporciones ideales que necesitará.
Un chocolatero que elabora bombones rellenos debe seguir los mismos pasos que otro que hace tabletas de chocolate, pero la tarea es más compleja. Existe una gran cantidad de sabores que se pueden degustar en el chocolate: flores, té, licores, especias, frutas y frutos secos, entre otros.
El chocolatero debe conocer los aromas básicos y se concentrará en crear la combinación exacta con las proporciones justas. Su objetivo es crear una exquisitez, una obra de arte.

Los mejores bombones

Un buen chocolate con relleno puede convertirse en una experiencia divina. Hay chocolates rellenos de buena calidad y de mala calidad. Como experto, deberás saber los trucos para reconocer que no es oro todo lo que reluce.

Los bombones se pueden dividir en tres grandes categorías, basándonos en la composición del relleno:
Ganaches: Tienen un relleno blando hecho con chocolate puro y algún producto lácteo (desde crema de leche hasta queso crema)
Pralinés: Posee una textura parecida a la manteca de maní, y está hecho con una mezcla de caramelo molido con almendras y/o avellanas tostadas. A veces se le añade a la mezcla manteca de cacao, chocolate negro o chocolate con leche, y así la textura queda modificada.
Mazapán: Este relleno es una mezcla de almendras o avellanas molidas con azúcar.

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